Posar. Nos dejamos llevar por los lugares cotidianos de ellas, los de antes y los de ahora. Por los recuerdos y el presente. Seguir cuidando la huerta para abastecimiento propio y del personal; seguir cortando la leña para calentarse en inviernos; seguir criando y cuidando vacunos luego de que los perros salvajes hicieron lamentar e intentar olvidar las ovejas, seguir abriendo las puertas de la Ea. a quienes estaban antes, a quienes cuidaron administraron y a quienes volvieron a tomar la posta; seguir emprendiendo; seguir cuidando hijos y ahora también a los padres, cocinar, lavar y resolver... Seguir leyendo
Posar. Nos dejamos llevar por los lugares cotidianos de ellas, los de antes y los de ahora. Por los recuerdos y el presente. Seguir cuidando la huerta para abastecimiento propio y del personal; seguir cortando la leña para calentarse en inviernos; seguir criando y cuidando vacunos luego de que los perros salvajes hicieron lamentar e intentar olvidar las ovejas, seguir abriendo las puertas de la Ea. a quienes estaban antes, a quienes cuidaron administraron y a quienes volvieron a tomar la posta; seguir emprendiendo; seguir cuidando hijos y ahora también a los padres, cocinar, lavar y resolver imprevistos; seguir eligiendo estos momentos por encima de otros que se conocen pero, seguro, no se disfrutarían. Posar fue el sinónimo de “mostrarme qué haces en un día como mujer rural en Tierra del Fuego”. Entramos a otros mundos para entender tantas cosas contadas por sus propias voces. Gracias ?… aún no encontré otra palabra para tanto privilegio.